Blogia
DESARROLLO

FINALIDAD DE LA EDUCACIÓN DESDE SIEMPRE

FINALIDAD DE LA EDUCACIÓN DESDE SIEMPRE

“Las sociedades actuales conceden gran importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción de que de ella dependen tanto el bienestar individual como el colectivo. La educación es el medio más adecuado para construir su personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad, integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica.

“Para la sociedad, la educación es el medio de transmitir y, al mismo tiempo, de renovar la cultura y el acervo de conocimientos y valores que la sustentan, de extraer las máximas posibilidades de sus fuentes de riqueza, de fomentar la convivencia democrática y el respeto a las diferencias individuales, de promover la solidaridad y evitar la discriminación, con el objetivo fundamental de lograr la necesaria cohesión social. Además, la educación es el medio más adecuado para garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, responsable, libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución de sociedades avanzadas, dinámicas y justas. Por ese motivo, una buena educación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de sus ciudadanos. (Ley Orgánica de Educación 2/2006, de 3 de Mayo).

Este fragmento es el preámbulo de la LOE, es decir, la ley que tenemos en vigor en España en temas de educación. Queda claro que la principal preocupación en la enseñanza y su fin último es que la educación sea el motor que genere ciudadanos, es decir, preparar a los individuos a una ciudadanía activa, a ser CIUDADANOS.

A la escuela, como Institución, se le atribuye el papel de ser la promotora y responsable de la ciudadanía activa y de facilitar y promover la cohesión social. Es decir, la ESCUELA,  es la encargada de fijar patrones para que los alumnos se conviertan en ciudadanos activos.

¿Pero esto que quiere decir?

La escuela es la responsable y encargada de garantizar una enseñanza tal que “los alumnos se conviertan en ciudadanos activos y responsables, capaces de contribuir al desarrollo y al bienestar de la sociedad en la que viven”. (Eurydice, 2006).

¿Y esto qué supone?

Supone facilitar a los alumnos las herramientas necesarias para “APRENDER A APRENDER”. Esto supone (en palabras de Manuel Castells en 1997) que “lo importante no es el conocimiento sino la capacidad de adquirirlo, saber buscar la información adecuada en cada caso, es decir, aprender a aprender con autonomía”. Esto precisa de una enseñanza que desarrolle las capacidades necesarias para saber analizar cómo, para qué, por qué, qué es relevante y qué no. Es decir, “capacidades genéricas de razonamiento lógico, numérico, social, espacial (matemáticas, lenguaje...).” (Manuel Castells, 1997).

La educación debe basarse, como bien propone Edgar Morín (1999), en una enseñanza que tenga en cuenta la necesidad de adquirir un conocimiento global y contextualizado; enseñar a vivir en un mundo globalizado, interrelacionado y cambiante; enseñar a ser comprensivo ante los demás seres humanos, en este mundo que conlleva muchos más contactos con personas de diversa condición, ya sea física, social, cultural, racial ó ideológica. Así como dotar a los alumnos de una formación ética, mediante un ejercicio constante de reflexión y práctica democrática, (en mi opinión que llegara más allá de los contenidos de una asignatura)

HOWARD GARDNER (2002) identificó ocho tipos de capacidades que deben ser impulsadas desde la escuela de manera sistémica:

INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA, supone una sensibilidad para el desarrollo de todas las competencias del lenguaje (oral y escrito), la capacidad para aprender idiomas y usar el lenguaje. INTELIGENCIA LOGICOMATEMÁTICA, supone la capacidad de analizar problemas de una manera lógica, de llevar a cabo operaciones matemáticas y de realizar investigaciones de una manera científica.  INTELIGENCIA MUSICAL, supone la capacidad de interpretar, componer, aprender y apreciar pautas musicales. INTELIGENCIA CORPORAL CINESTÉSICA, supone la capacidad de emplear partes del cuerpo o el cuerpo en su totalidad para resolver o crear productos. INTELIGENCIA ESPACIAL, supone la capacidad de reconocer y manipular pautas en espacios grandes y en espacios reducidos. INTELIGENCIAS INTRAPERSONAL E INTERPERSONAL. La primera implica la capacidad de conocerse y comprenderse; la segunda, de entender las intenciones, motivaciones y deseos ajenos. INTELIGENCIA NATURALISTA, supone la capacidad para identificar y organizar información sobre la naturaleza.

Además de la finalidad última atendiendo la legislación vigente, CIVISMO. 

Pero debemos de saber y conocer qué es la escuela, los estilos e interacciones que en ella se producen. “Cualquier cambio, innovación y adaptación lleva su tiempo. Dicho cambio debe ser entendido como un proceso de aprendizaje continuo, y no como un resultado que depende en buena medida de los profesores”. (Hargreaves, 2003).

Todo cambio o innovación no provoca una mejora, pero si debe de tener esa finalidad. “Cualquier cambio que se pretenda dentro de la Escuela ha de tener la finalidad de perfeccionar la práctica diaria del profesorado para lograr una mejora de los aprendizajes de los alumnos” (Marchesi y Martín, 1998).

La respuesta a todas estas demandas que se vienen realizando, que se dan hoy en día y que se pretende con la nueva legislación, debe entender los ritmos propios de la Escuela. En palabras de Gimeno Sacristán (1990): “La práctica en educación no espera, normalmente, ni puede esperar a que exista un corpus de conocimiento capaz de regularla, responde a necesidades o son respuestas intuitivas a esas necesidades, cuya justificación si se busca y si llega, vendrá más tarde”. Sin olvidar que la educación obligatoria tiene la “política del libro de texto” (Martínez Bonafé, 2002).

“La practica educativa toma forma con la actuación del docente en el aula, siendo este un proceso dinámico en el que intervienen las características del alumnado y el contenido y enfoque que se les de a los aprendizajes). (Coll, 19949. No podemos olvidar que la enseñanza no es objetiva. La actividad educativa del profesor manifiesta conductas (encubiertas o no) tales como pensamientos, posicionamientos, objetivos, ideologías, expectativas, valores, principios pedagógicos. Así como los alumnos. Los alumnos en su tarea de aprendizaje reflejan conductas manifiestas o  encubiertas como sus intereses, expectativas, motivaciones, valores familiares, perspectivas…(Modelo de tares de Doyle, Baena, Cañal, ElshoutMohr y otros, 1983-200).

 “El aprender se hace de un modo situado, es decir, la naturaleza de las situaciones en las que los profesores y estudiantes participan es decisiva para facilitar un aprendizaje coherente con la  concepción del conocimiento se asume y que se comparte……llevando a cabo una construcción crítica y compartida del conocimiento. Aprender es un proceso de construcción activo y compartido. (Rayón, 2003).  

Debemos tener en cuenta que los alumnos acceden al Sistema Educativo hoy en día a una edad cada vez más temprana, tenga carácter obligatorio o no.  Por tanto es la encargada de encauzar, afianzar, ampliar o eliminar concepciones y visiones de la realidad con la que los alumnos llegan a la escuela, con el fin de hacerla universal, real, adaptada y crítica. “La escuela es la primera institución a la que el niño accede, y una de sus funciones es librarlo de la visión particularista del mundo y de sus relaciones con los demás, propia de la familia y llevarlo a aceptar una visión universalista, no condicionada por los vínculos afectivos personales.”(Enguita, F).

Por ello, debemos tener presentes la “dimensión intersubjetiva del aprendizaje” (Rayón, 2003) que reconoce la importancia que el intercambio y contraste de puntos de vista tiene sobre lo que aprendemos y los procedimientos y estrategias que utilizamos para ello. Es decir, la escuela no es una institución con profesores y alumnos, reproduce “Comunidades de aprendizaje, en el que el  conocimiento es socialmente compartido” (Rayón, 2003).  Por ello, la cooperación entre los miembros de la Comunidad Educativa y el respeto hacia puntos de vista, concepciones o ideas distintas a las propias, serían procedimientos que caracterizarían los procesos de trabajo. Es decir, la finalidad última atendiendo la legislación vigente, EDUCAR DESDE, POR Y PARA EL CIVISMO, PREPARAR A LOS INDIVIDUOS A UNA CIUDADANÍA ACTIVA, A SER CIUDADANOS.

“Las sociedades actuales conceden gran importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción de que de ella dependen tanto el bienestar individual como el colectivo” (PREAMBULO DE LA LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de Mayo, de Educación).

Pero esta preocupación no es nueva. El legado pedagógico de Roma a Hispania, así como a otros pueblos del mediterráneo a través de las instituciones educativas y culturales fue la HUMANITAS LATINA (Capitán Díaz). Aulio Gelio en sus NOCHES ÁTICAS definía al HUMANITAS a los que crearon las palabras latinas e hicieron buen uso de ellas, los que tienen el gusto por el conocimiento y en las artes liberales, los instruidos. Cicerón (106-43 a.C.) amplia el concepto de humanitas añadiéndole la categoría de CIVITAS: supremo bien del hombre, ideal de hombre de la comunidad romana. (Buen pensar y buen obrar= CIUDADANO DE ROMA).

Pero es Marco Favio Quintiliano (25-95 d.C.) natural de Calahorra, quien define en sus INSTITUCIONES ORATORIAS los principios del HUMANITAS como IDEAL DEL HOMBRE EDUCADO. Habla de la formación humana como un proceso unitario que acontece en el hombre. Es decir, no sólo el orador debe ser una persona formada e instruida, debe ser una buena persona que con su actuar ponga de manifiesto este carácter de humanitas. (Capitán Díaz).

Quintiliano hacia referencia expresa a la figura del pedagogo como hombre dotado de gran instrucción y formación, bondad de animo y aptitudes para enseñar.  Debía ser el maestro la persona que ayudara a educar, el mediador del proceso educativo, y no el protagonista; el que debía motivar el aprendizaje de acuerdo con las aptitudes e intereses del alumno, el que aconseja y orienta al alumno según sus “talentos”; que llevaba a cabo su practica sin métodos “coercitivos” ni con castigos, sino encauzando la espontaneidad y la buena voluntad, dando ejemplo personal con su conducta y carácter. (Capitán Díaz).

Estas teorías las han seguido y defendido pedagogos y figuras principales del panorama educativo en diferentes y posteriores épocas (renacimiento, Ilustración…) como Luís Vives, Cisneros, Nebrija, Condorcet, Owen, Bell, Lancaster, Pablo Montesino, Giner de los Ríos…..

Todos ellos coinciden y defienden la idea planteada hoy en día y compartida por pedagogos, educadores y la sociedad en general. La educación es un proceso compartido que tiene un fin: formar miembros de una comunidad para que sepan desenvolverse en ella, con capacidades y competencias necesarias para gestionar y dar sentido a la realidad a la que se enfrentan.

La enseñanza y aprendizaje es un proceso social, cultural e interpersonal en la que los alumnos y los profesores co-construyen significados compartidos. Por tanto los pilares de la educación siguiendo el informe Delors son: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y a trabajar en proyectos comunes, y aprender a ser. Estos pilares se definen con el desarrollo del pensamiento crítico y de actitudes y valores, tales como: Adquisición de competencias necesarias para participar activamente en la sociedad; Desarrollo y respeto de uno mismo y de los demás; Consolidación de un espíritu solidario; Aprendizaje de la escucha y resolución de conflictos de forma pacífica.

Por tanto, ser ciudadano no es estar al amparo del estado en que el sujeto nace y tiene dentro de él derechos políticos, civiles y sociales. “La ciudadanía se refiere a las "prácticas sociales y culturales que dan sentido de pertenencia" (Garcia Canclini, 2002).

Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos es el nombre de la asignatura diseñada para el último ciclo de la Educación Primaria y toda la Secundaria en España. Esta asignatura se concreta en la Ley Orgánica de Educación y consiste en la enseñanza de los valores democráticos y constitucionales.

La asignatura nace de la recomendación del Consejo de Europa en el año 2002, cuyo objetivo es el de "promover una sociedad libre, tolerante y justa y que contribuya, junto con las demás actividades de la Organización, a defender los valores y principios de la libertad, el pluralismo, los derechos humanos y el imperio de la ley, que son los fundamentos de la democracia".

Dichas recomendaciones del Comité de Ministros a los Estados miembros de la Unión Europea sobre la educación para la ciudadanía democrática del 16 de octubre de 2002 son las siguientes:

×      Que la educación para la ciudadanía democrática debe abarcar cualquier actividad educativa formal, no formal o informal, incluida la de la familia, permitiendo que el individuo actúe durante toda su vida como un ciudadano activo y responsable, respetuoso con los derechos de los demás.

×      Que la educación para la ciudadanía democrática es un factor para la cohesión social, el mutuo entendimiento, el diálogo intercultural e interreligioso y la solidaridad, que contribuye a fomentar el principio de igualdad entre hombres y mujeres, y que favorece el establecimiento de las relaciones armoniosas y pacíficas entre los pueblos, así como la defensa y desarrollo de la sociedad democrática y de la cultura.

×      Que la educación para la ciudadanía democrática, en su sentido más amplio,  debe ocupar un lugar prioritario en la reforma y ejecución de las políticas educativas. Que la educación para la ciudadanía democrática es un factor de innovación en lo que respecta a la organización y gestión de los sistemas educativos globales, así como de los métodos de enseñanza y planes de estudio.

 

Por todo lo anterior expuesto, considero que la educación (integral, como decía Giner de los Ríos) del alumno tiene como fin formar miembros de una comunidad para que sepan desenvolverse en ella, con capacidades y competencias necesarias para gestionar y dar sentido a la realidad a la que se enfrentan.

La Unión Europea centra la Educación para la Ciudadanía a cualquier actividad educativa, ya sea en el ámbito escolar formal o no, es decir una formación integral de la persona desde todos los ámbitos de su vida (escolar, familiar…).

La Educación para la Ciudadanía se plantea como una forma de enfocar la enseñanza, más allá de una asignatura a tratar con objetivos y contenidos concretos. El hecho de fijar una asignatura y objetivos concretos garantiza el hecho de establecer, fijar y temporalizar las cuestiones que deben ser conocidas y planteadas desde el ámbito educativo. Personalmente, creo que esta formación debería abarcar todas las etapas y ciclos del sistema educativo, para no perder su sentido principal, la formación integral del alumno como ciudadano.

Como educadora, mi deber y mi obligación, como lo marca la ley vigente, es formar a mis alumnos en y desde esta perspectiva. Por todo ello y como docente en activo, me veo en la obligación de seguir y basar mi trabajo diario y futuro en esta perspectiva o “filosofía”. Primero y principalmente mi obligación se debe por cumplir con la legislación vigente. Y segundo, por seguir y defender una visión comprometida y defendida por grandes educadores y pedagogos.

 

Y como soy Maestra de Primaria, trabajo con cuentos:

ELMER

Había una vez una manada de elefantes: elefantes jóvenes, elefantes viejos, elefantes gordos, elefantes altos y elefantes flacos…..Elefantes así y asá…. y de cualquier forma, todos diferentes, pero todos felices y todos del mismo color...de color gris elefante…..todos menos Elmer.

Elmer era de colores. Elmer era amarillo y naranja y rojo y rosa y morado y azul y verde y negro y blanco.  Elmer hacia reír a todos, y todos se reían con Elmer. Pero un día pensó:

-         ¿Quién ha oído nunca hablar de un elefante de colores?

Camino a través de la selva y se encontró con otros animales que le saludaron. Elmer encontró una zarza y se frotó sus moras por todo su cuerpo hasta quedar completamente gris, color elefante, al igual todos los elefantes.

Al regresar no le saludaron los animales del bosque, ni el resto de elefantes de su manada, nadie le conocía, era un elefante más. Y Elmer no lo podía creer. Así que cogió aire y barritó con su trompa:

-         BBBBBRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!!!

Todos los elefantes le reconocieron y pensaron que Elmer estaba gastando una de sus bromas. ¡Elmer se había disfrazado de Elefante!  Así que todos imitaron a Elmer. Cada uno se pintó como mejor le pareció y, desde entonces, una vez al año repiten esa fiesta, establecieron el  Día Elmer. En ese día todos los elefantes se pintarían de muchos colores alegres, como Elmer y éste se disfrazaría de Elefante.

Así que si, en uno de estos días especiales, alguien ve a un elefante color elefante, puede estar seguro de que es Elmer. 

 

Como todos los cuentos, el de Elmer tiene su moraleja y es la que trabajo con mis alumnos: ERES DISTINTO Y ESO ES LO QUE TE HACE SER TAN ESPECIAL.

El día que los adultos entendamos esto y estemos dispuestos a celebrar el Día Elmer, no hará falta diseñar leyes y ni planes de estudios para defender y legitimar las diferencias de todos y cada uno de los ciudadanos.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

- CAPITAN DIAZ, ALFONSO. (1991). Madrid: Dykinson.

- COLL, PALACIOS Y MARCHESI (Comps), Desarrollo psicológico y educación 2. Psicología de la educación escolar. Madrid: Alianza. Psicología y Educación.

- GIMENO SACRISTÁN, J. (2001). Educar y convivir en la cultura global. Madrid:Morata.

- HARGREAVES, A. (2003). Enseñar en la sociedad del conocimiento. La educación en la era de la inventiva. Barcelona: Octaedro.

- MARTÍNEZ BONAFÉ, J. (2002). Trabajar en la escuela. Profesorado y Reformas en el umbral del siglo XXI. Madrid: Miño y Dávila.

- MORIN, EDGAR. (1999) “Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro”. (Barcelona. Paidós)

- RAYÓN RUMAYOR, L. (2003). “Las tecnologías de la información y la comunicación: una perspectiva socio-cultural en el currículum”. Revista Ciencias de la Educación, nº 195

0 comentarios